El libro “Hacia el indio y su mundo: pensamientos vivos del hombre americano” del antropólogo venezolano Gilberto Antolinez (1908-1998), fue publicado por Librería y Editorial del Maestro, Caracas, 1946. Fue el único libro publicado por este autor, todos sus estudios sobre folklore, indigenismo, antropología, mitología los publicó, a través de artículos de prensa y revistas especializadas.
El poeta y ensayista venezolano Orlando Barreto realizó la compilación de sus trabajos incluyendo sus manuscritos inéditos y logró concentrar su obra en seis volúmenes, de los cuales, fueron publicados los dos primeros: “Los Ciclos de los Dioses” y “El Agujero de la Serpiente” (Editorial La Oruga Luminosa, San Felipe, Yaracuy). “Hacia el indio y su mundo” es uno de esos libros que se convierten en textos de consulta obligatoria para quienes investiguen sobre indigenismo en América. Leemos en el mismo, referencias sobre americanismo y venezolanidad; conventos aborígenes de Vírgenes del sol; enseñanzas útiles de la agricultura Jirajara – Muku; ambiente de los seres míticos Guayano- Amazónicos; dioses y demonios de Amazonia y Guayana; los seres míticos y los hombres de la conquista; el símbolo indígena de la selva insaciable, entre otros. Los textos de este interesante libro van acompañados de dibujos y grabados en linóleo hechos por el mismo autor.
Así, observamos sus dibujos que ilustran los diversos tipos de viviendas utilizadas por las múltiples etnias habitantes de nuestro territorio nacional.
Gilberto Antolínez, valiéndose de sus conocimientos sobre técnicas sobre el arte del dibujo y el grabado en linóleo, logra ilustrar sus estudios, ofreciéndonos imágenes sobre utensilios, vasijas, viviendas, vestuario, instrumentos de caza, imágenes de ídolos, etc, que caracterizaban o caracterizan a las comunidades indígenas referidas por este autor. Este libro, a pesar de su indiscutible importancia, poco se ha estudiado en nuestro país. Sin embargo, se tiene información que en algunas universidades de Brasil este texto se ha convertido en lectura esencial en las Escuelas de Antropología y disciplinas afines.
Pero, dejemos que sea el mismo Gilberto Antolinez quien nos hable a través de un fragmento extraído de su maravillosa obra: “El indio no ha muerto y su sangre no duerme: por la geografía de nuestras venas viene hacia nosotros, calladamente, taciturnamente, inexorablemente, con la calma felina de quien sabe la seguridad de su triunfo indeclinable”.
Cota: 987.00498 A634