El archivo de la escritora venezolana Teresa de la Parra reviste de suma importancia para el estudio de su vida y obra narrativa. Abrimos las cajas de este archivo y leemos cartas enviadas por ella desde diversas ciudades del mundo, cartas que se convierten inevitablemente en fuentes de información, sobre aspectos de su vida, procesos de escritura de su obra y en los últimos años de su vida, cartas relacionadas con sus inclementes dolencias causadas por su terrible enfermedad. Dichas correspondencias fueron enviadas, en su mayoría, a su amigo Carías. Por otra parte, contienen también estas cartas referencias sobre sus novelas Ifigenia y Memorias de Mamá Blanca. Cabe destacar que en su archivo se encuentra el manuscrito original de Memorias de Mamá Blanca escrita en una libreta con lápiz de grafito con sus respectivas correcciones, asimismo, se cuenta también con dos versiones mecanografiadas de Ifigenia, una de ellas traducida al francés. Pero, si abrimos otras cajas podemos ver sus pequeñas libretas con notas de reflexión e investigación, que despiertan curiosidad por reflejar las mismas, rasgos personales impregnados de esas voces, que sólo pueden ser escuchadas desde los predios de la intimidad. Entre otros papeles y libretas, abrimos las páginas de un cuaderno titulado: Catálogo general de mi biblioteca por orden alfabético de autores. Este cuaderno, sin lugar a dudas,se convierte en pieza clave, para los estudiosos de esta autora venezolana, al tener la oportunidad de enterarse de los libros que conformaban su biblioteca. Más adelante, como si abriéramos las puertas de una casa, abrimos otra caja de su archivo y leemos las conferencias dictadas por ella en Bogotá en 1927. Conferencias relativas a diversos aspectos característicos de su obra narrativa y sobre la posición de la mujer para la época y su vocación literaria. Entre otros documentos que forman parte del referido archivo, no podemos olvidar, los recortes de prensa en donde podemos leer artículos, opiniones y reflexiones en torno a la vida y obra nuestra inolvidable narradora Teresa de la Parra.
jueves, 17 de diciembre de 2009
ARCHIVO DE TERESA DE LA PARRA (1895-1936)
El archivo de la escritora venezolana Teresa de la Parra reviste de suma importancia para el estudio de su vida y obra narrativa. Abrimos las cajas de este archivo y leemos cartas enviadas por ella desde diversas ciudades del mundo, cartas que se convierten inevitablemente en fuentes de información, sobre aspectos de su vida, procesos de escritura de su obra y en los últimos años de su vida, cartas relacionadas con sus inclementes dolencias causadas por su terrible enfermedad. Dichas correspondencias fueron enviadas, en su mayoría, a su amigo Carías. Por otra parte, contienen también estas cartas referencias sobre sus novelas Ifigenia y Memorias de Mamá Blanca. Cabe destacar que en su archivo se encuentra el manuscrito original de Memorias de Mamá Blanca escrita en una libreta con lápiz de grafito con sus respectivas correcciones, asimismo, se cuenta también con dos versiones mecanografiadas de Ifigenia, una de ellas traducida al francés. Pero, si abrimos otras cajas podemos ver sus pequeñas libretas con notas de reflexión e investigación, que despiertan curiosidad por reflejar las mismas, rasgos personales impregnados de esas voces, que sólo pueden ser escuchadas desde los predios de la intimidad. Entre otros papeles y libretas, abrimos las páginas de un cuaderno titulado: Catálogo general de mi biblioteca por orden alfabético de autores. Este cuaderno, sin lugar a dudas,se convierte en pieza clave, para los estudiosos de esta autora venezolana, al tener la oportunidad de enterarse de los libros que conformaban su biblioteca. Más adelante, como si abriéramos las puertas de una casa, abrimos otra caja de su archivo y leemos las conferencias dictadas por ella en Bogotá en 1927. Conferencias relativas a diversos aspectos característicos de su obra narrativa y sobre la posición de la mujer para la época y su vocación literaria. Entre otros documentos que forman parte del referido archivo, no podemos olvidar, los recortes de prensa en donde podemos leer artículos, opiniones y reflexiones en torno a la vida y obra nuestra inolvidable narradora Teresa de la Parra.
martes, 15 de diciembre de 2009
AUTO DE FE CELEBRADO EN LA CIUDAD DE LOGROÑO (1820)
DISCUSIÓN DEL PROYECTO DE DECRETO SOBRE EL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN (1813)
MEMORIA HISTÓRICA SOBRE CUAL HA SIDO LA OPINIÓN NACIONAL DE ESPAÑA ACERCA DEL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN (1812)
EL BIEN GENERAL: Colección de secretos indígenas 1884
PARA CALMAR LA TOS: Extráigase el zumo a una libra de salvia y hiérvala mezclado con una botella de vino blanco y dos onzas de pasas; agréguensele en infusión unas gotas de esperma y tómese una cucharada cada cinco minutos hasta que desaparezcan los accesos.
PARA FACILITAR PARTOS DIFÍCILES: Cuando alguna señora haya retardado demasiado la hora de su alumbramiento o se viere sumamente fatigosa para su desembarazo, hágasele tomar inmediatamente dos nudos tostados y pulverizados del espinazo del pez eléctrico conocido con el nombre de “Temblador,” en un cocimiento fuerte de dos onzas de escorzonera endulzado con miel de abejas, o en su efecto, varias cucharadas con diez minutos de intervalo cada una de vino manseco mezclado con dos onzas de mirra y cobalonga pulverizadas, hasta que se haya efectuado el alumbramiento, teniendo el cuidado de repetir esta última composición.
Cota: arcaya 615.899
ALFREDO CORTINA: GUIONES Y LIBRETOS PARA RADIO Y TELEVISIÓN
miércoles, 9 de diciembre de 2009
DISCURSO HISTÓRICO LEGAL SOBRE EL ORIGEN DEL SANTO OFICIO (1802)
DEFENSA CRÍTICA DE LA INQUISICIÓN (1788)
lunes, 7 de diciembre de 2009
EL CANASTILLO DE COSTURA (1826)
REMINISCENCIAS: Vida y costumbre de la vieja Caracas
PROCESO CRIMINAL CONTRA FRAY FROYLAN DIAZ (1787)
viernes, 4 de diciembre de 2009
JOSÉ PARRA
José Parra (Chivacoa. Edo. Yaracuy, 1907; - La Victoria, Edo. Aragua, 1993). Publicó los libros: Velámenes (1943); Interludio (1946); De itinerarios habla el corazón (1954); Desde el signo inicial (1974); Media gruesa de amor (1971); María Lionza, mito yaracuyano, con dibujos de Carlos Cruz Diez (1954); Poesías (1968). Ha ganado numerosos premios y galardones.
RENDICIÓN
Cuando busqué tu flor sin suegra y sin suegro
y con tu dimensión de amor, sin hache,
no fue por tus guedejas de oro negro
ni menos por tus ojos de azabache.
Fue sí por la simbólica opulencia
que colgando miré de tu cintura
con esa parabólica estructura
que perturbó la paz de mi conciencia.
Por eso bajo rictus de mi pena
y rogándote siempre que no salgas,
ya mi azul poesía sólo ordena
que en éxtasis me rinda ante tus nalgas.
BESOS
Los besos de Venezuela
no son los mismos de España
aquí por frivolidad
se dan llenitos de maña.
Se pega boca con boca
que es lo que vale en el beso,
luego se van apartando
y después del beso el queso.
No se dan besos con dedos
porque esos son de niñitos:
se dan largos, fieros y hondos
ardientes y chupaditos.
PETICIÓN DE MANO
El objeto cordial de mi visita
y en el que espero no haya inconveniente,
es pedirle la mano de Julita
con quien siempre me estoy pelando el diente.
Y el viejo presentó al peticionario
este razonamiento extraordinario:
Yo no puedo
entregarle en esa forma
la mano que brega noche y día,
pero puedo ceder bajo otra norma
pues sé muy bien que lo que usted ansía
no es la parte visible que me informa
sino otra parte de su anatomía.
DESENCANTO
Era tan poco suave y nada bella
con sus ojos sin pizca de centella
y sus sueños y piernas tan de trapo,
que en el perfume de la noche aquella
a la hora en que él clamaba por doncella
la vio en pelota…y se le enfrió el guarapo.
RELACIÓN HISTÓRICA DEL AUTO GENERAL DE FE QUE SE CELEBRÓ EN MADRID. 1680
Contenido: A LA CATOLICA, Y SACRA REAL MAGESTAD del Rey nuestro Señor CARLOS SEGUNDO. -- EL REY. -- LICENCIA DEL Santo Tribunal de la Inquisición. -- PUBLICACION DE AUTO. -- DE LA FABRICA DEL TEATRO. -- FORMACION de la Compañía. -- DE LOS SEÑORES que le hicieron Familiares para esta función. -- SUMARIO DE ALGUNAS INDULGENCIAS Y PRIVILEGIOS concedidos por algunos sumos Pontífices a los Señores Inquisidores. -- BENDICION DE LA CRUZ. -- GRANDES DE ESPAÑA. -- TITULOS DE CASTILLA. -- DE LA PROCESION de las Cruces, Verde, y Blanca. -- DE LA PROCESION de los Reos, y acompañamiento del Excelentísimo Señor Inquisidor General. -- NOTIFICACION DE LAS SENTENCIAS. -- COPIA DE EL Decreto de su Majestad. -- ESTAMPA DEL TEATRO. -- BREVE SUMARIO de los Reos, méritos y sentencias. -- DE LA EJECUCIÓN de las SENTENCIAS DE LOS REOS.
VALENTÍN ESPINAL: VOCES EN LA IMPRENTA DE NUESTRA HISTORIA
Valentín Espinal llevó a las manos del lector impresos religiosos, políticos, científicos, entre muchos otros aspectos importantes del siglo XIX, que aún podemos leer gracias a su empeño por hacer que la palabras escritas en aquellos años, perduraran hasta nuestros días. Con la publicación de este catálogo, que modestamente compila una muestra de parte de los títulos impresos por este insigne venezolano, sólo pretendemos homenajear y recordar a nuestro Valentín Espinal, quien ha sido injustamente olvidado.
Sin embargo, hoy conocemos varias facetas en la vida de este impresor gracias a investigadores y estudiosos del nacimiento y desarrollo de la imprenta en Venezuela, como por ejemplo Pedro Grases, quien dedicó un buen número de páginas a nuestro referido impresor, en sus obras completas y otras publicaciones. (Texto de presentación al catálogo Valentín Espinal, publicado por Biblioteca Nacional de Venezuela).
jueves, 26 de noviembre de 2009
DIRECCIÓN GENERAL DE VACUNAS (Manuscrito original, 1869)
RUBENANGEL HURTADO
“El aire se ha quedado suavemente dormido” nos dice este poeta al sugerir un ambiente donde habitan extraños espectros en patios de calma y sosiego. Aires donde callan las voces y sólo se escuchan los latidos del corazón de quien escribe y contempla. La quietud se adhiere a los objetos y a las palabras. Todo clamor se vuelve humo en el cigarrillo encendido con las llamas de la añoranza. Ese cigarrillo que lentamente se hace “cuerpo de cenizas” entre los dedos de la angustia. “Yo sé hasta donde desciende tu espíritu de ceniza” afirma el poeta, como si ese espíritu fuera también el suyo “navegando en el aire”. Los textos de este libro nos impregnan de sensaciones y estados del alma, a veces, no tan familiares. En estos versos pareciera hablar la vida desde un lugar muy cercano a la desolación y el descampado.
Rubenangel Hurtado (1923-1974). Publicó los libros: Fueros de Guaicaipuro (1947); Los musgos del silencio (1947); Esta herida que anda (1967); Hombre de corbata ridícula (1970).
AÑORANZA
Mientras la noche duerme, apacible, callada,
pienso en ti, tristemente,
porque es triste el amor sin esperanza.
Aquí el color en torno de mi frente
bate lúgubre alas.
Entre el cielo distante está la luna clara
moviendo sobre el lienzo de la noche serena
sus pinceles magníficos de plata.
El aire se ha quedado suavemente dormido
y brillan entre el verde matiz de la arboleda
cocuyos de rocío
como inmóviles alas.
Vagas sombras se acuestan sobre el lecho del suelo.
En mi interior extiende, totalmente, el silencio
sus impalpables alas
y a lo lejos, muy lejos
el viento va pulsando sus guitarras.
Mientras la noche duerme con su luna de nácar,
yo dentro de ella estoy soñando:
mi pensamiento loco te trae entre sus manos,
tu nombre, de repente, me endulza la garganta,
mis violines de angustia sollozan bajo el arco
de tu recuerdo vivo, profundamente amado,
te envuelve como humo, como un incienso el alma
y tú…¡tan imposible, tan lejana.
EL CIGARRILLO
a Fernando Cabrices
Hermano cigarrillo, vigía del insomnio,
señor de capa blanca,
caballero puntual de los velorios
conducido en bandejas enlutadas,
personaje que pueblas los recesos del baile
con tu llovizna gris, y tu piraguas
de humo perfumado navegando en el aire.
Tu vida es ese absurdo
tránsito de la mano hacia los labios;
vives en una muerte de cenizas,
en una vida azul desintegrado.
Te abrevias en la boca de los hijos del vicio
humillado entre besos de mujeres perdidas,
en ambientes de lujo te desvives
con el vaivén de los modales finos,
y en los labios de estas modernas señoritas
te enciende el otro extremo su fuego de carmines.
Yo sé el destino tuyo,
yo sé hasta dónde sube tu espíritu de humo
y hasta dónde desciende tu cuerpo de cenizas.
Yo sé cómo es tu vida,
yo también me consumo
cargando el encendido rubor de las pasiones,
quemándome en el llanto que arde en los velorios
y en la fiebre que danza en los salones.
Yo también me he sentido
humillado por besos de mujeres oscuras
y he regado mi pobre vanidad en los sitios
donde los gestos tienen suavidades de pluma.
Yo también me he sentido ardiendo en los carmines.
de unos labios sutiles.
Hermano cigarrillo, aquí estamos de nuevo
registrando los amplios rincones de la noche,
y mientras paseamos nuestras divagaciones
te consume la torpe avidez de mi boca.
y me fuma el continuo transcurso de las horas:
tú vas en los ascensos del humo piruetero,
yo asciendo en las brumosas columnas de mi verso.
Amigo inseparable,
tú y yo somos un par de vanidades
vertiginosamente consumidas;
nuestra vida es vivirnos acabando
en una leve muerte de cenizas,
en una vida azul desintegrados.
Tú y yo somos iguales:
somos dos buceadores de la tierra mezquina,
somos dos ilusorios vagabundos del aire!
NOCTURNO
Para Alarico Gómez
Doce pétalos negros, de bronce, van cayendo,
doce veces se rompe el cristal del silencio;
dentro de mí la angustia se abre como una rosa
y en la prisión inmensa de las mudeces hondas
una congoja tiembla sobre el ala del verso:
Medianoche por fuera…Medianoche por dentro!
LOS LIBROS
PEDRO LHAYA
Pedro Lhaya (Río Chico, Edo, Miranda, 1921-1983) Estudió Pedagogía y Ciencias de la Educación en el Instituto Pedagógico Nacional. Perteneció al cuerpo de redacción de la revista “Contrapunto”. Junto a Manuel Trujillo dirigió el semanario literario “Sábado”. Publicó en diversas revistas y periódicos del país. Publicó los libros: Caminos de la sangre(1955); Poemas Guajiros; Poemas del Amor(1968); Parábolas del caminante(1966); En Medio de la tempestad (1963); Cantar del amor (1975) y Testamento del Corazón(1950).
CAUTIVERIO DEL ARPA
A Carlos Augusto León
El ojo de la muerte mira desde la sombra
y hay miedo en la ciudad azul del sueño.
Nadie transita ahora.
Llueve,
y el agua canta un viejo salmo negro.
Mi hermano y yo sabemos que en la noche
está colgada un arpa. Pero,
¿quién es capaz de rescatar el arpa
cuando Dios se ha irritado
y maneja su látigo de viento?
Cuando hay un ojo fijo entre la sombra
mirando al corazón de los poetas,
y las alondras del amor han sido
abatidas por pájaros de presa.
El hijo de la muerte
-el primogénito-
ha recogido todos los cocuyos,
y ha roto el canto del maíz y el trigo,
del arroz de la paz y del centeno.
Afuera un perro oscuro,
-perro de odio y duelo-
afila sus colmillos en la piedra
y acecha la garganta del cordero.
Mi hermano y yo sabemos que en la noche
está cautiva el arpa. Pero,
la noche está poblada de asesinos;
reina la sombra,
y en la ciudad azul del sueño
no hay un hombre capaz de acompañarnos
a liberarla de su cautiverio.
El arpa está cautiva.
Mi hermano y yo por ella
en esta hora nos entristecemos.
NOTICIA DEL SUEÑO
Todas las sombras iban de rodillas
-Las cabelleras sueltas flotaban
y en la noche
el lucero más alto golpeaba en una esquina-
¿Dónde está mi guitarra?
-Gritaba yo arrastrándome tras las sombras-
¿Dónde está mi canción y mi risa?
Y era como si mis voces sonaran hacia adentro
o una ciudad rabiosa me hubiera roto el pecho.
Yo iba detrás de aquellas sombras
blasfemando,
implorando,
rugiendo,
con el gran miedo de perder mi guitarra
y de quedarme solo al filo del silencio.
Pero…
en la noche nadie oyó mis voces
y desde entonces perdí la risa,
y la canción, y la guitarra de los sueños.
LA SOMBRA DE ALICIA
I
La sombra de Alicia vaga en la oquedad turbia
y exprime los pechos de nubes.
Sus manos invisibles se columpian
en la heredad del cóndor y las nieves.
¡Ah Alicia, mi Alicia,
como extraño tu voz ahora que llueve!
II
La sombra de mi amiga golpea la ventana
y tañe la guitarra de sus cabellos musicales.
Cada nota penetra en mis sentidos
y puebla el corazón de dulces vaguedades.
¡Ah Alicia, mi Alicia
la noche es navío de soledades!
III
La sombra de mi amante anda entre las espinas rosadas
de los cañamelares vespertinos.
Sus pasos inaudibles trasmutan las guijas apagadas
y siembran arbolitos de luz en los caminos.
¡Ah Alicia, mi amante,
deja frente a mi puerta uno de tus guijarros encendidos!
CANCIONCILLA TONTA
Alicia,
ven a soñar.
Las gaviotas de la tarde
dibujan peces azules
en los cuadernos del mar.
Tu nombre escrito en la espuma
viene y vá
por entre el viñedo glauco
de la vírgenes del mar.
Los niños cantan ahora
el coro del requirám,
y el viento lleva sus voces.
Alicia,
vamos al mar.
¿QUIÉN?
¿Quién arranca el tubérculo que sembró mi padre?
¿Quién cosecha la mazorca del maíz que mi padre sembró?
¿Quién bebe el jugo de las naranjas
y come la pulpa del melón que yo sembré?
¿Quién…..?
AUTOBIOGRAFIA
En Barlovento nací yo,
a la orilla de un río de aguas rojas,
triste y salvaje como mi corazón.
En el cacao fermentado
percibí el drama torvo del negro
cavando su tambor gangoso
para huirse del látigo y del hierro.
Desde entonces vago en la noche
como un animal carnicero,
husmeando el rastro de la vida,
disputando la presa al otro hambriento.
(Del libro: Cuerpo presente)
LA VERGUENZA DE AMÉRICA (GÓMEZ Y LOS VENEZOLANOS)1921
El libro “La vergüenza de América” fue publicado en 1921. El mismo contiene cartas y documentos dirigidos a los comités Latinoamericanos de Nueva York, escritos por un ex-secuestrado de la cárcel de
“Señores de los comités Latinoamericanos: La publicación de esta carta y de estos documentos es la mejor respuesta que podéis dar al Dr. Márquez Bustillos, pues como se ve “no es tan sombrío el cuadro de las prisiones políticas de Venezuela.” A vosotros y a todos los hombres dignos de
lunes, 23 de noviembre de 2009
PRESIDIOS DE VENEZUELA (Memorias de secuestrados) 1936
jueves, 19 de noviembre de 2009
ENRIQUETA ARVELO LARRIVA
Enriqueta Arvelo Larriva (Barinitas, Edo, Barinas, 1886 – Caracas, 1962). Publicó los libros: Voz Aislada (1939); El cristal nervioso (1941); Poemas de una pena (1942); Canto del recuento (1949); Mandato del canto (1957); Poemas perseverantes (1963).
DESTINO
Un oscuro impulso incendió mis bosques
¿Quién me dejó sobre las cenizas?
Andaba el viento sin encuentros.
Emergían ecos mudos no sembrados.
Partieron el cielo pájaros sin nidos.
El último polvo nubló la frontera.
Inquieta y sumisa, me quedé en mi voz.
CIELO
Cielo
liberta mis miradas,
sálvalas de visiones pequeñas.
Súbelas.
Paséalas por tu anchura.
Colma de tu sabia armonía
mi curiosa ignorancia.
Mas si estoy prendida de la tierra,
corta, cielo, mi afán de subir a alcanzarte.
Desgájate y baja.
Da a mi frente que se alborota de pensamientos
honda almohada de tu azul.
VIENEN RECUERDOS DE LA MAESTRA
Vienen recuerdos de la maestra.
Las manos de otoño
labraban en mi tierra viva.
Mi tierra.
Unidad en la fila de geranios,
público de la acacia.
Recuerdos de la maestra.
Gastosas las manos artistas.
Lástima.
Ahora en regazo de tierra,
yo misma me labro.
todas las mañanas.
RADIO, AYER
Poema de mi hermano
–claro, libre-
en clara y libre voz venezolana.
Y temblaba, cruzado de espías,
el pobre hombre del radio.
Mi mano pirateaba
en el botón del radio esclavo.
Barranquilla, Colombia, Certería.
Y te sentía venir, Manuel Rugeles,
con el vedado verso de mi hermano
en la vedada voz.
Invadías en la onda sin miedo
y triunfabas en el hombre que temblaba.
MARÍA CALCAÑO
“Traigo miel en mi lengua” dice María Calcaño en uno de sus poemas, cuando las tintas de su escritura, también se hacen miel en la piel de ese cuerpo, que despacio va develando su hermosura, en cada palabra que sugiere impredecibles encuentros con la sensualidad y la pasión. La palabra de Calcaño invoca a Eros y se sumerge en la sangre ardiente de las más sentidas emociones. /Y el cuerpo sin límites/ /un extraño temblor/ nos dice más adelante, como si quisiera invitarnos a un viaje por los predios sin límites ni fronteras del cuerpo entregado a sus insospechados placeres. El cuerpo como templo donde las voces callan y se convierten en susurros a los oídos de silenciosas intimidades. El cuerpo que atrae a las abejas a su panal de aromáticos sudores y por el néctar de las flores, que se desliza por las cumbres de sus cálidos senos. También el colibrí del deseo viene a beber en estas fuentes el agua dulce de los sueños. En estos textos las palabras parecieran fusionarse con los movimientos del cuerpo encantado en su misma desnudez. Cuando el cuerpo habla las palabras abandonan la voz y se vuelven miel en los labios que las nombran. El cuerpo tiene su idioma, pero un idioma para ser sentido, en cada misteriosa sílaba que se escribe sobre la piel de las sensaciones.
María Calcaño (Maracaibo, (1906-1956). Obra: Alas fatales (Santiago de Chile: Editorial Nascimiento, 1935); Entre la luna y los hombres (Maracaibo: Ediciones Amigos, 1960); Antología poética (Maracaibo: Universidad del Zulia, 1983); Obras Completas (Maracaibo: Ediciones Pancho el pájaro, 1996).
Yo vengo de un lejano
monte desconocido,
con un pecho en la mano
como un nardo dormido.
Como la otra perdida
traigo miel en la lengua
y el vientre partido
como luna en menguante.
Llama de mis cabellos
que alimentan los vientos
libres de cien caminos!
Con el paso inquietante
traigo tintos los ojos de un azul deslumbrante…
y estoy sangrando
como sangran las nubes de diamante.
Pero esta mano llena
de sagrados ungüentos
en sabores me sube
el amor…como a Magdalena.
CARNE
Carne…,
difunde el aliento
de tu pecado más hermoso
tú eres como un jardín.
Vacíate
en el que quiebra
el tapiz de oro de tus vellos.
Dócil
como las criaturas que esperan a Dios.
Prende
como rosas desnudas
las cien cabelleras desordenadas.
Carne…Carne mía!,
intensamente llama,
intranquila, poseedora:
abre!,
tú eres como un jardín.
RECODO
En aquel rinconcito
me esperaba el amor.
Lámina de pradera:
por un hueco de luz,
la carretera
y un pedacito azul
de cielo…
Ansias. Nubes.
Me esperaba el amor,
con un gusto ignorado
en el beso completo
y en el cuerpo sin límites
un extraño temblor…
En aquel rinconcito
me esperaba el amor.
Y más tarde me sentía
tanto dentro del pecho
que el dolor me nacía…
PUERTO
Era perversa
con mi botín de hombres.
El me retuvo…
En mis manos
no pesaban sus manos
de riqueza impoluta.
Y eran dos
llamaradas de ternura
sus ojos.
Despertó en mi vida
como un índice
de soldadura.
El alba ya no pudo negarme.
Y el amor era una hostia
gritada de milagro.
LA TOMA
Me trepan las raíces
de tus manos amadas
y arropada en caricias
ya casi no me veo!
Me saltaste tan sólo
la blancura serena;
seguros de la noche
me moldearon tus brazos,
y fue un enredo fácil
la fiesta inagotable.
Hombre partido en cien
que me fuerzas la vida!,
en mis pechos desnudos
desata tu rudeza,
para que tengan ellos
ese duro barniz
que les falta de hombre.
NUEVA
En estas tardes claras y buenas
cuando parece que todo es nuevo
en las pupilas algo me traigo,
regreso fruta de buen otoño.
Voy minuciosa por el sendero:
en cada hombre veo un amante
y millonaria de la distancia
estoy a caza de los luceros.
Luego mi hombre cuando me toca,
me encuentra extraña para su boca,
me apura íntegra como a un panal.
Y toda en sueños, fragante y nueva,
así me dice con dulce enredo:
este inquietante sabor que tienes!
EL LIBRO DE LOS DEBERES (Manuscrito original, 1868)
ARCHIVO DEL PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA
viernes, 30 de octubre de 2009
FERROCARRILES EN VENZUELA (Manuscritos originales 1882-1888)
EL GRAN FERROCARRIL DE VENEZUELA (1895)
FERROCARRIL DE PUERTO CABELLO A VALENCIA (Trascripción del contrato original, 1882)
Decreta:
Artículo 1º - El Gobierno de Venezuela concede a William Pile y a sus asociados o sucesores, derecho para construir un ferrocarril desde Puerto Cabello hasta la ciudad de Valencia. Artículo 2º - La duración de este derecho será noventa y nueve años a contar desde la fecha de la conclusión del ferrocarril, y durante este tiempo el Gobierno de Venezuela, se compromete a no ceder a ninguna persona o compañía el derecho de construir ferrocarril alguno entre Valencia y Puerto Cabello. Artículo 3º- El ferrocarril tendrá cuando menos noventa centímetros de ancho de rieles, con locomotoras, carruajes, carros y vagones indispensables para el tráfico, y construidos con la mayor solidez y la más moderna invención, con las casas de estación y de depósito, tan amplias como sean indispensables para servir al objeto a que se destinan. Artículo 4º- William Pile, se compromete por su parte a organizar una compañía anónima para la construcción de dicho ferrocarril de Puerto Cabello a Valencia. Artículo 5º - Se fijan seis meses para comenzar los trabajos del ferrocarril, que comenzarán a correr de la fecha en que sea aprobado ese contrato por la Legislatura Nacional, prorrogables hasta tres más, a juicio del Gobierno Federal. Articulo 6º – Se fija el plazo de dos años, a contar desde que se comiencen los trabajos del ferrocarril para terminar la construcción y entregarlo al servicio público. Artículo 7 – El Gobierno permitirá, previas las formalidades legales, la introducción libre de derechos aduaneros, de los materiales, máquinas, herramientas y útiles que se necesiten para la construcción. Artículo 9 y 10 – Los empleados, operarios y demás individuos ocupados en la construcción del ferrocarril, y todos sus funcionarios, estarán exentos del servicio militar durante su permanencia en la obra. Se permitirá a la empresa cortar, sin indemnización alguna, en los bosques pertenecientes a la Nación, las maderas que se necesite para la construcción de la obra. Palacio Federal 2 de Junio de 1882. Firma: Guzmán Blanco y el Ministro de Obras Públicas: R. Azpúrua Ministro.