Escuchar la voz de un escritor o artista a través de manuscritos conservados en su archivo de palabras, resulta ser una experiencia fascinante. Precisamente hoy hablaremos del archivo de un gran creador venezolano como lo fue César Rengifo. Entre sus papeles vemos a “Manuelote” cruzando “La Esquina del miedo” en una ciudad, que nos habla desde la memoria de este escritor. Abrir cajas y carpetas de este archivo es como abrir los telones de boca, que develan en el escenario los personajes de alguna escena de “Buenaventura Chatarra”. Abramos las puertas del teatro, allí, siempre se escucharán los aplausos del público conmovido por las vidas tocadas por la emoción indescriptible, venida de la magia de la actuación y por las máscaras inolvidables en el tiempo de imborrables escenas.
Hace algunos años fue donado a la Biblioteca Nacional de Venezuela el archivo de este dramaturgo, pintor, escultor, poeta, crítico de arte y periodista. El mismo consta de 200 piezas, las cuales abarcan una muestra significativa de la producción intelectual y creadora de uno de los más polémicos y controversiales artistas en el panorama cultural y político de nuestro país. Su archivo esta representado fundamentalmente por sus trabajos de arte dramático. También podemos leer en estos documentos sus ensayos, poemas, discursos, conferencias, artículos de prensa, proyectos, presupuestos para murales y sus cuadernos con notas y apuntes de investigación. A través del estudio y revisión de estos manuscritos nos enteramos de su proceso de escritura, sobre todo cuando observamos las correcciones hechas en sus obras de teatro: Manuelote, Buenaventura chatarra, lo que dejo la tempestad, la esquina del miedo, María Rosario Navas y Un tal Ezequiel Zamora, entre otras. Las correcciones hechas por Rengifo en sus textos dramáticos dejan huellas de la evolución en las secuencias escénicas; cambios en diálogos y nombres de personajes; modificaciones en notas que señalan elementos básicos en las puestas en escena según la visión y perspectiva del autor. Asimismo, pueden notarse variaciones en los títulos de las obras. Respecto a su obra ensayística, vale la pena destacar sus reflexiones acerca del arte, el teatro, la política y la cultura en general. Sin olvidar sus escritos relativos a la historia del teatro en
Venezuela y sobre el origen de nuestras artes escénicas.
Asume con rigor la defensa de nuestros valores artísticos. De allí, su búsqueda infatigable por reafirmarnos como país poseedor de una rica y variada tradición cultural y artística. Algo similar ocurre en sus ensayos sobre las artes plásticas en Venezuela, en donde estudia y analiza nuestras manifestaciones pictóricas sin quedarse en localismos ni particularidades, sino que lo hace desde una perspectiva universal del arte. De esta manera nos habla de pintores de la talla de Juan Lovera, Matín Tovar y Tovar, Arturo Michelena, Cristóbal Rojas, y de otros más cercanos a nuestro tiempo como José Clemente Orozco y Rafael Monasterios.
Cota: Archivo Cesar Rengifo
Hace algunos años fue donado a la Biblioteca Nacional de Venezuela el archivo de este dramaturgo, pintor, escultor, poeta, crítico de arte y periodista. El mismo consta de 200 piezas, las cuales abarcan una muestra significativa de la producción intelectual y creadora de uno de los más polémicos y controversiales artistas en el panorama cultural y político de nuestro país. Su archivo esta representado fundamentalmente por sus trabajos de arte dramático. También podemos leer en estos documentos sus ensayos, poemas, discursos, conferencias, artículos de prensa, proyectos, presupuestos para murales y sus cuadernos con notas y apuntes de investigación. A través del estudio y revisión de estos manuscritos nos enteramos de su proceso de escritura, sobre todo cuando observamos las correcciones hechas en sus obras de teatro: Manuelote, Buenaventura chatarra, lo que dejo la tempestad, la esquina del miedo, María Rosario Navas y Un tal Ezequiel Zamora, entre otras. Las correcciones hechas por Rengifo en sus textos dramáticos dejan huellas de la evolución en las secuencias escénicas; cambios en diálogos y nombres de personajes; modificaciones en notas que señalan elementos básicos en las puestas en escena según la visión y perspectiva del autor. Asimismo, pueden notarse variaciones en los títulos de las obras. Respecto a su obra ensayística, vale la pena destacar sus reflexiones acerca del arte, el teatro, la política y la cultura en general. Sin olvidar sus escritos relativos a la historia del teatro en
Venezuela y sobre el origen de nuestras artes escénicas.
Asume con rigor la defensa de nuestros valores artísticos. De allí, su búsqueda infatigable por reafirmarnos como país poseedor de una rica y variada tradición cultural y artística. Algo similar ocurre en sus ensayos sobre las artes plásticas en Venezuela, en donde estudia y analiza nuestras manifestaciones pictóricas sin quedarse en localismos ni particularidades, sino que lo hace desde una perspectiva universal del arte. De esta manera nos habla de pintores de la talla de Juan Lovera, Matín Tovar y Tovar, Arturo Michelena, Cristóbal Rojas, y de otros más cercanos a nuestro tiempo como José Clemente Orozco y Rafael Monasterios.
Cota: Archivo Cesar Rengifo