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Este poemario del escritor y poeta venezolano Miguel Otero Silva, contiene una selección de textos de “Agua y Cauce” y otros poemas. Libro publicado por EDITORIAL ELITE-- Lit y Tip Vargas, Caracas, 1942. Libro autografiado y dedicado al poeta venezolano Jacinto Fombona Pachano. CONTENIDO PARCIAL: La música dormida en las ramas de América.-- El Libertador.-- Niño campesino .-- Contrapunto.-- Maremare se murió.-- La compañera muerta.-- El taladro.-- Las manos del viejo Martín.-- El ñero.-- El minero.-- La rotunda.-- La carretera.-- Corrido del viejo Lorenzo.-- Glosa.-- Mataron a García Lorca y otros. Debido a la extensión de los textos que forman parte de de esta selección de poemas, citaremos la parte I del poema titulado LA ROTUMDA. Poema referido a uno de las más perversas y crueles prisiones, durante la dictadura del Juan Vicente Gómez.
Este poemario del escritor y poeta venezolano Miguel Otero Silva, contiene una selección de textos de “Agua y Cauce” y otros poemas. Libro publicado por EDITORIAL ELITE-- Lit y Tip Vargas, Caracas, 1942. Libro autografiado y dedicado al poeta venezolano Jacinto Fombona Pachano. CONTENIDO PARCIAL: La música dormida en las ramas de América.-- El Libertador.-- Niño campesino .-- Contrapunto.-- Maremare se murió.-- La compañera muerta.-- El taladro.-- Las manos del viejo Martín.-- El ñero.-- El minero.-- La rotunda.-- La carretera.-- Corrido del viejo Lorenzo.-- Glosa.-- Mataron a García Lorca y otros. Debido a la extensión de los textos que forman parte de de esta selección de poemas, citaremos la parte I del poema titulado LA ROTUMDA. Poema referido a uno de las más perversas y crueles prisiones, durante la dictadura del Juan Vicente Gómez.
LA ROTUNDA
I
Escuchad las voces de hierro:
el aullido de las puertas pesadas,
el parloteo de las llaves,
la queja larga de los grillos,
el grillo seco del remache.
Escuchad! Escuchad!
La vibración de un grito humano
entre los sonidos metálicos.
La corneta y el tambor
sonando desbocados para ahogar el grito.
Escuchad las voces de mando
y cómo silba el látigo
y cómo cae el látigo sobre la carne fresca.
El grito humano es alarido
y luego murmullo
y se torna alarido otra vez
y después es quejido y es llanto
y es silencio al fin.
Pero el látigo sigue cayendo
y silbando isócrono
cual si fuera el péndulo
de un reloj dantesco.
Y a sus fibras se adhieren piltrafas
de la carne fresca.
Y hay un hombre que cuenta los golpes
y grita: Más fuerte!
Y hay sangre en el patio.
Escuchad cómo tocan a diana.
Ciento veinte y cinco!
Ciento veinte y seis!
Lentamente se apagan los gritos.
En el corazón de Caracas
están matando a un hombre a latigazos.
(1932-1937)
(Cota: V861.44 O87v.
Libros raros)
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