

El libro Recetario Doméstico es una útil Enciclopedia de las familias en la ciudad y en el campo. El mismo fue escrito por el Ingeniero Ghersi y el Doctor A. Castoldi. Esta Enciclopedia se publica en Barcelona , Gustavo Gil, Editor en 1923. Obra ilustrada con 148 grabados, traducida del italiano por Francisco Novellas. CONTENIDO: Adorno de la casa.-- Medicina práctica.-- Muebles.-- Lavado.-- Agricultura y jardinería.-- Farmacia Doméstica.-- Sustancias alimenticias.-- Colas.-- Barnices.-- Higiene.-- Bebidas.-- Perfumería.-- Alumbrado y calefacción.-- Conservas.-- Animales domésticos.-- Licores.-- Metales.-- Masillas y cementos.-- Cueros y pieles.-- Animales dañinos.-- Confituras.-- Labores y pasatiempos.-- Lavado de las manchas.-- Socorros de urgencia.-- Tintas.-- Telas y vestidos.-- Cristalería.-- Abonos, entre otros. Ejemplos de algunas recetas que aparecen en este libro: Leche de gallina: Con este nombre se designa una bebida sencillísima y nutritiva, muy útil para los enfermos débiles. Se polvorea una yema de huevo con azúcar y se bate un rato; luego se vierte sobre ella y muy despacio agua caliente, teniendo cuidado de agitar siempre para que la mezcla resulte homogénea. Desnicotinización: Para eliminar del tabaco por lo menos una parte de la nicotina que contiene, se macera veinticuatro horas en agua acidulada al 2% con ácido clorhídrico, después se lava con agua pura y se deseca a la sombra. Limonada nutritiva (Doctor leftwich). En una botella de litro se ponen las cortezas de dos limones y los frutos machacados con algunos terrones de azúcar. Sobre el total, se vierte agua hirviente y se agita de cuando en cuando. Después de enfriado hasta una temperatura regular, se bate dentro un huevo, y luego, poco a poco, las claras de dos huevos. Se continúa agitando por espacio de dos o tres minutos y se pasa a través de una muselina. Se sirve frío. Este libro incluye una sinonimia química que ayuda al lector a una mejor comprensión de las fórmulas y recetas, contenidas en esta interesante obra.

La Colección de Libros y Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Venezuela, ofrece para su consulta los manuscritos del notable escritor, ensayista y poeta venezolano Orlando Araujo. Dichos manuscritos cubren buena parte de la obra del referido escritor y son considerados de vital importancia, para el estudio de las diversas versiones de los títulos publicados por este autor. Estos manuscritos son en su mayoría hológrafos y mecanografiados con importantes notas y correcciones. Dentro de sus manuscritos cabe destacar el original de Compañero de viaje, una de sus obras más conocida en el panorama literario del país. Sin embargo, cabe destacar que en esta colección puede notarse la presencia de una significativa cantidad de poemas sueltos, cosa que llama la atención, por cuanto que Orlando Araujo es conocido más por su obra narrativa y ensayística que por sus creaciones poéticas. Anexo a los referidos manuscritos encontramos recortes de prensa con artículos sobre aspectos de la vida y obra de este creador venezolano. En las líneas siguientes nombraremos algunos de los títulos que forman parte de este legajo de manuscritos literarios: Elia en azul; Barinas son ríos, el tabaco y el viento; Una poesía con dolor de ausencia; Las cosas no vuelven; Tobías; Contra la ira templanza; La obra de Enrique Bernardo Núñez; La ciudad sin niños; Un buen baquiano es Virgilio; Guerra a muerte; Samuel; Ensayo sobre Andrés Eloy Blanco; La palabra estéril; Punto de partida; Más allá de la niebla; Cómo se forma y cómo se pierde un novelista; De cómo Gonzalo Aponte en una sola jornada viajó quinientos años; Canción hecha de amor a Pablo Neruda; La siderúrgica y el Capital Extranjero; Operación Puerto Rico; La Petroquímica y el Capital Extranjero; Cancionero popular venezolano; Pequeña burguesía; La ciencia de la literatura; El niño y el caballo, entre otros. Así leemos en algunas de sus páginas lo siguiente: “Habían desaparecido las calles de piedra. Acción Democrática puso el cemento, Copei quitó los techos de palma y puso techos de zinc, y un curita del Opus Dei mandó mudar el cementerio de la colina al Guarebe, sitio donde antes del progreso enterraban los caballos. En vez de patios, garages...” 








transporte a lo largo del siglo XX. Dicho libro está bellamente ilustrado con fotografías e imágenes que nos hacen viajar en el tiempo en esos automóviles que recorrieron las carreteras y caminos de nuestro territorio nacional.
Además de los interesantes textos y extraordinarias ilustracuiones, se destaca también en este libro el Diseño Gráfico realizado por María de Lourdes Cisneros. La edición estuvo a cargo de Seguros Caracas, 2009. La investigación en el proceso de elaboración de esta obra fue auspiciada por la Fundación Museo del Transporte. Para acercarnos un poco a testimonios sobre la historia del automóvil en Venezuela, consideramos oportuno citar el siguiente texto: “La primera noticia en la prensa sobre la presencia de automóviles en nuestro país está publicada por el diario caraqueño El Monitor, en su edición del 21 de abril de 1904. En dicha noticia se afirmaba que el lunes 18 de abril por la tarde, transitó por las calles de Caracas por primera vez un lujoso automóvil, el cual ha sido traído por el doctor Isaac Capriles. Lo manejaba un individuo extranjero, quien sin sin duda habrá venido para generalizar entre nosotros el uso del cómodo vehículo.” Ahora, para continuar hablando sobre este libro, invitamos a su autor Alfredo Schael a que nos lea un párrafo que abre las páginas de la referida obra: “Hace poco más de cien años que ruedan carros por nuestras calles. Durante casi un siglo ha estado latente la discusión sobre quién fue el de ocurrencia y tenía las posibilidades de traer uno de aquellos autos casi obra artesanal, no obstante que ya para el año 1904 había avanzado bastante la primitiva motorización de los carruajes tirados por caballos, lo que en realidad ocurrió hasta que progresivamente el automóvil adquiere su propia fisonomía y comienza la producción en serie de los vehículos de tracción propia con motor de gasolina, cuatro ruedas, casi desde el inicio de la industria, con capacidad para cuatro pasajeros sentados sobre asientos tapizados.”







Tener en las manos los manuscritos de las novelas del escritor venezolano Francisco Herrera Luque, significa entrar en contacto con una escritura poblada de notas y correcciones, las cuales ponen en evidencia el rigor, la dedicación y el cuidado, que caracterizó a este escritor a la hora de sumergirse en el trabajo creativo como narrador. Sus notas y correcciones denotan que este autor asumió la escritura de una manera organizada y minuciosa, incluso algunos de sus manuscritos contienen referencias sobre cambios importantes en la redacción de párrafos y capítulos. Por otra parte, leemos también en sus páginas planes estructurales de sus obras y apuntes referidos a investigaciones hechas por este narrador sobre personajes, acontecimientos históricos, lugares, etc, con el fin de obtener información necesaria para el desarrollo argumental de sus narraciones. En otras páginas nos encontramos con glosarios de palabras y frases que en algún momento utilizaría en la redacción de sus textos literarios. Esta colección la conforman manuscritos correspondiente a variadas versiones de las novelas: Los amos del valle; Bolívar de carne y hueso; Boves el urogallo; En la casa del pez que escupe el agua; La historia fabulada; La luna de fausto; Piar:caudillo de dos colores;Los reyes de la baraja. Todos los manuscritos que forman parte de esta colección son mecanografiados con correcciones y notas hológrafas. De la misma manera podemos observar detalladamente esquemas, gráficos, planos de rutas, materiales fotocopiados, así como importante información escrita en las carpetas utilizadas para proteger estos manuscritos. Sin lugar a dudas esta valiosa colección de manuscritos de Francisco Herrera Luque se convierte en fuente vital para el enriquecimiento de nuestro acervo documental y en piezas indispensables para los interesados en estudiar el proceso de gestación o escritura de la obra de este interesante novelista de nuestras letras. Esperamos que en algún momento sea publicado un catálogo sobre estos manuscritos que sirva de apoyo a investigadores y estudiantes, que deseen profundizar sus estudios en torno a la obra literaria de este autor venezolano.