Osario de Dios, libro de
cuentos del narrador venezolano Alfredo Armas Alfonzo. El mismo se
terminó de imprimir el día del cordonazo de los muertos el 2 de
noviembre de 1969 en los talleres de la Editorial Universitaria de
Oriente, Cumaná. Primera edición. Ejemplar dedicado a la escritora
y periodista venezolana Miyó Vestrini. En los cuentos de Alfredo
Armas Alfonzo aparecen personajes que habitan espacios y pueblos de
una memoria que cuenta desde espacios invisibles. Personajes que se
vuelven voces e imágenes fugaces por las calles de las páginas de
este autor. Leamos uno de esos cuentos para acercarnos un poco al
maravilloso mundo narrativo de Alfredo Armas Alfonzo:
De debajo de una batea,
donde las escondía de los cucaracheros en una totumita, Ña Úrsula
sacaba las conservas de flor de amapola para obsequiar a la niña
Mercedes y a la niña Anita Vicente cuando éstas iban a visitarla.
Ña Úrsula es la
única que tiene cocos en todo Sabanauchire, y Ña Úrsula que vivía
íngrima se daba cuenta perfecta de que no era por ella sino por sus
cocos por lo que la gente se llegaba hasta su quicio de la calle de
los pícaros. No era por Ña Úrsula sino por los cocos. El día que
Ña Úrsula dejó de hacer conservas de amapola los cucaracheros no
volvieron. El día que se secaron de viejas las matas de coco de Ña
Úrsula nadie se acordó de Ña Úrsula y de sus cocos.
(Cota: V863.44 A720o)
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