martes, 17 de febrero de 2009

ARCA DE LETRAS Y THEATRO UNIVERSAL

Abrimos los portones del manuscrito Arca de Letras y Teatro Universal de Fray Juan Antonio Navarrete y leemos en su primera pagina: “Yo no escribo sino para mi utilidad. Quémese todo después de mi muerte, que así es mi voluntad en este asunto; no el hacerme autor ni escritor para otros.” Juan Antonio Navarrete nació el 11 de enero de 1749 en la Hacienda Tamanavare, territorio de Guama, en la jurisdicción de San Felipe, Yaracuy. Sin embargo, reside por muchos años en Caracas donde desarrolla una intensa labor religiosa e intelectual. Vistió hábito franciscano en la Iglesia de San Francisco en 1770. Fue lector de Teología Moral en el convento de Caracas. Y a su vez se desempeñó como bibliotecario. Si nos detenemos a pensar sobre el complejo, profundo y amplio contenido de este obra, podríamos decir que Navarrete fue, sin lugar a dudas, un hombre con una cultura y una visión de mundo que sorprende, sobre todo, si revisamos el contexto histórico de aquella época. Como asiduo lector e investigador cita en este manuscrito numerosas y variadas bibliografías, en su mayor parte de autores de su tiempo. Navarrete demuestra en su Arca de Letras que poseía una variedad de intereses culturales. Su visión de mundo pareciera expresarse en un deseo de abarcar todas las vertientes del conocimiento de su tiempo. Escribe esta obra ordenando sus contenidos en orden alfabético. Extendiéndose en cada tema tratado con hondas interpretaciones venidas de sus estudios, lecturas y reflexiones. De allí, que algunos estudiosos cataloguen esta obra como el primer intento de hacer una enciclopedia en América. Así leemos en su Arca temas religiosos, científicos, históricos y geográficos, humanísticos y literarios, entre otros. En cuanto a temas científicos toca aspectos relacionados con la vida del feto, humores del cuerpo humano, los sueños, la demencia, habla de cirujanos y boticarios, sobre las enfermedades de los ojos y los anteojos, pestes, virtudes medicinales del vinagre, daños producidos por el tabaco. Asimismo da cuenta del invento de la inyectadora en el artículo INFUSORIA CIRUJIA. Ademàs de medicina se interesa por la quìmica y la alquimia. En filosofìa demuestra especial interès por Aristóteles. Se recomienda la consulta de la Ediciòn Crítica del investigador Blas Bruni Celli, publicada por la Academia Nacional de la Historia, Caracas, 1993.

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