
I
"Yo
no tengo una nube que me llueva en el alma
ni surco donde pueda sembrar este delirio,
de sacudir las viejas raíces de la patria
para hacerte un poema, alto como tu selva.
Esta voz ha nacido de una tierra apagada.
De una comarca herida por la espada del viento.
De un litoral que asoma sus pupilas buscando,
al pie de la mañana las huellas del rocío.
Aquí hay voces de siglos. Gritos de siglos.
Edades sumergidas bajo estos arenales, donde
Dios humaniza su ejercicio celeste cuando
nacen los tiernos pastores de la noche.
Yo quisiera tener ¡Padre mío Orinoco!
Un barco del profundo metal que te circunda,
Para que por tu pecho navegara cantando
Tu nombre hecho de aroma vegetal y solemne".
(Fragmento tomado del documento)
Cota: Folleto: CAC8926.
Libros Raros.
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